Con profunda alegría y gratitud, nuestra comunidad educativa celebró el aniversario número 119 con una solemne Eucaristía presidida por el Padre Jorge Arancibia, acompañado del sacerdote Rafael Rojas y las acólitas. La ceremonia fue un momento de encuentro espiritual, reflexión y reconocimiento al legado que nos ha formado durante más de un siglo.
Durante la homilía, se destacó el invaluable aporte de las Hermanas de La Providencia, quienes han dedicado su vida a la educación de adolescentes en nuestra provincia. Su compromiso ha sido clave para entregar herramientas que permiten a nuestras estudiantes desarrollarse profesionalmente y contribuir activamente en la construcción de una sociedad más justa y solidaria. Todo esto, bajo la guía constante de nuestro Padre Providente, que ilumina y fortalece el quehacer diario de nuestra comunidad.
La misa contó con la presencia de autoridades, miembros del directorio de la Fundación, Hermanas de La Providencia, y representantes de distintas comunidades religiosas. Entre ellas, la Hermana María Eugenia Arancibia y Elvira Letelier, junto a la Hermana Nancy Arévalo, administradora del Colegio La Providencia de La Serena, y su directora, Leila Pino.
El coro de las internas, dirigido por Jorge Herrera, acompañó la ceremonia con interpretaciones llenas de sensibilidad y belleza, que emocionaron a todos los presentes.
Uno de los momentos más significativos fue la procesión de las ofrendas, realizada por las estudiantes, quienes presentaron la luz de Cristo como símbolo de guía en nuestras vidas cristianas, un arreglo floral en señal de alegría y gratitud por estos 119 años, alimentos no perecibles como gesto de solidaridad hacia las familias más necesitadas, y el pan y el vino, frutos de nuestra tierra y del trabajo de los hombres.
Este aniversario no solo celebra una historia de fe y educación, sino también el compromiso de seguir formando generaciones con valores, esperanza y amor al prójimo.