Don Onofre Covarrubias, recientemente viudo y que podía disponer de sus bienes por no haber sucesión, resolvió fundar una casa de huérfanos, ayudado por otros caballeros respetables y tan caritativos como él.
Por medio de una escritura pública, don Onofre Covarrubias se comprometió a dar diez mil pesos, mientras que los señores José Toyos y Carlos Castex, dos mil pesos cada uno y don Antonio Villalón, mil pesos, todo esto para financiar la hermosa obra que tenían en mente.
La señora Carolina Ossa de Ossa da una manzana de terreno y el señor Covarrubias se comprometía a dar anualmente dos mil pesos para alimentos y en una cláusula transitoria legaba su fundo de Carachilla y la mitad de la Hacienda Santa Lucía.
Nuestra Reverenda Madre Superiora General confirió poder a Sor María Filomena Mery y en agosto de 1906 se extendieron y firmaron las correspondientes escrituras.
El Consejo General, nombró a Sor María Celia Bascuñán, entonces primera Asistente General, para que abriera la nueva Casa de huérfanos. Sor Teresa de Jesús Valenzuela y Sor María Espinosa le fueron asignadas como compañeras. En Ovalle las Hermanas eran conocidas ya, así que fueron recibidas con sinceras manifestaciones de cariño.
En Ovalle, el día 25 de noviembre de 1906, el departamento de la Provincia de Coquimbo, siendo Presidente de la Nación el Excelentísimo señor Don Pedro Montt; el obispo de la Diócesis de La Serena, el Ilustrísimo señor Don Florencio Fontecilla y Gobernador del Departamento, el señor Emiliano Corvalán Melgarejo. El señor cura y Vicario foráneo de Ovalle, Presbítero Don José Gabriel Cortes, autorizado competentemente por el Ilustrísimo Señor obispo de la Diócesis Don Florencio Fontecilla, bendijo con las ceremonias prescritas por el ritual romano esta primera piedra regida por la Congregación de la Providencia de Chile, dedicada a Nuestra Señora de Dolores y al Señor San José.
Este acto se realizó en presencia de un pueblo numeroso, siendo padrino de honor el Señor Don Onofre Covarrubias y la Señora Carolina Ossa de Ossa, fundadores de esta casa de huérfanos junto a los señores José Toyos y Carlos Castex, bienhechores y demás padrinos.