Convivencia Escolar y Orientación
2020
Queridas estudiantes, hoy queremos invitarlas a indagar sobre su mundo emocional, un mundo muy importante sobre todo en los tiempos que hoy estamos viviendo. Reconocer nuestros sentimientos es el primer paso para nuestro bienestar y felicidad. Sólo reconociéndolos, podemos controlarlos, manejarlos y solucionar la situación que los está provocando.
Si logras identificar tus emociones y reconocerlas, ellas no te manejarán a ti. Pero si dejas que afloren sin la conciencia sobre qué te está pasando y por qué, entramos en terrenos peligrosos, donde las emociones pasan a controlarnos.
“La verdad es que, probablemente, nuestros mejores momentos se dan a partir de sentirnos profundamente incómodos, tristes o insatisfechos. Porque sólo en esos momentos, impulsados por nuestro malestar, es probable que salgamos de nuestra rutina y empecemos a buscar diferentes caminos o respuestas verdaderas”. M. Scott Peck (Psiquiatra y escritor americano). |
Todas nos hemos visto envueltas en algún momento en emociones que no podemos identificar. Atrapadas en un lugar donde de lo único que somos conscientes es de la sensación de malestar, presión en el pecho, dificultad para respirar… un cúmulo de sensaciones internas que, como espinas invisibles, nos quitan el ánimo, nos boicotean y nos convierten en sombras de nosotras mismas.
Muchas personas llegan a la consulta de psicólogos/as evidenciando su malestar en frases tales como “nadie me entiende”, “es como si llevara el mundo a mis espaldas”, “estoy agotada”, “lloro todo el día”… sin embargo muchas veces estas personas no logran identificar qué hay detrás de esa tristeza, cuál es la verdadera razón tras ese cansancio persistente.
Daniel Goleman (psicólogo, periodista y escritor estadounidense” afirma que las emociones afectan nuestra atención y nuestro rendimiento, sin embargo, asumir una práctica consciente de reconocer nuestras emociones mejora nuestra adaptación a los problemas y a los desafíos del día a día. Es decir, hacer una reflexión constante de lo que sentimos, de lo que hubo tras nuestros estados anímicos, esto impactará directamente en nuestro bienestar.
RECUPEREMOS EL CONTROL
Todas y todos queremos controlar o eliminar las emociones negativas. Sin embargo, no siempre sabemos hacerlo.
Según la Psicóloga Silvia Russek, especialista en Psicología Clínica, para poder manejar, adecuadamente, nuestras emociones negativas, necesitamos:
- Aceptar que las emociones negativas, tienen una razón de ser. Este tipo de emociones, sirven para indicarnos que algo nos está molestando o interfiriendo con nuestros deseos, valores, expectativas o actividades.
Nos demuestran, que es necesario hacer algo al respecto. - Reconocer que algo en nuestro interior o exterior, nos molesta, disgusta o nos hace sentir mal. Esto parece obvio, pero no lo es. La sociedad no nos enseña a estar en contacto con nuestras emociones. Desde pequeñas, cuando algo nos causa dolor, nos enseñan que con un dulce, un juguete, un beso o haciendo algo, se nos va a pasar. Y que mientras más pronto, mejor.
- Detectar cuál es el sentimiento. Hay personas que se sienten enojadas, cuando en realidad están deprimidas, asustadas o se sienten culpables.
- Aprender a identificar la emoción, lo antes posible. Mientras mayor sea su intensidad, menos control tenemos sobre ella.
- Detectar que tipos de pensamientos tenemos respecto a esa situación, a las personas involucradas y a nosotros mismos.Recuerda que, independientemente de la situación, nuestros pensamientos aumentan y mantienen nuestros sentimientos.
- Practicar algunas técnicas que nos ayuden a eliminar o disminuir las emociones negativas. Por ejemplo, cómo reconocer los diferentes estilos de pensamiento que tenemos, para aprender a modificarlos, cómo relajarnos, y respirar adecuadamente, etc.
- Si la situación tiene solución, hacer lo necesario para solucionarla.
Utilizando técnicas de comunicación, manejo de tiempo, solución de problemas, cómo establecer prioridades, etc. - Si no la tiene, aceptarla y cambiar nuestra actitud ante ella.
- Aprender a vivir el presente.
Que el pasado nos sirva sólo para aprender de él, no para vivir en él.
El futuro debe ser sólo una orientación hacia dónde vamos y cómo queremos llegar.
No para depositar todo lo malo que puede pasar y que no podemos solucionar.
RECONOCIENDO SENTIMIENTOS
Para reconocer nuestros sentimientos, tenemos que empezar por identificar las emociones.
No estamos acostumbrados a hacerlo, por varias razones:
- Es algo que aprendimos desde pequeños, ya sea porque nuestros padres lo hacían o porque le quitaban importancia a nuestras emociones con comentarios como:
“No llores, eso no puede dolerte tanto”.
“No debes enojarte con tu hermana/o”.
“No tienes por qué estar triste, no es más que un juguete que se rompió”. - Creemos, equivocadamente, que si “no sentimos”, o que si nos mantenemos muy ocupados, el dolor va a desaparecer.
- Pensamos que no deberíamos sentirnos así, porque no está de acuerdo con la imagen que tenemos de nosotros mismos o con la que queremos dar.
Pero existen ciertas señales, que pueden indicarnos que algo nos está afectando, como por ejemplo:
- Estar aburridos constantemente,
- humillar a la gente, con “bromas” que les molestan,
- ver que la gente nos evita,
- encontrarle defectos a casi todas las cosas o personas,
- estar deprimidos, desganados, sin energía o apáticos, con frecuencia,
- tener molestias físicas, problemas para dormir, etc., sin que sean resultado de alguna enfermedad o medicina que estemos tomando,
- dedicarnos a alguna actividad en exceso, como comer, trabajar, comprar, hacer ejercicio, ver televisión, etc.
Esto nos indica que hay alguna situación y/o emoción a la que no nos podemos enfrentar; sin darnos cuenta de que, escondiéndola, sólo la ayudamos a tomar más fuerza.
TÉCNICA PARA DETECTAR NUESTRAS EMOCIONES
Nuestras emociones se manifiestan en nuestro cuerpo. Por lo tanto, para aprender a detectarlas, necesitamos prestar atención a nuestras sensaciones físicas.
El primer paso es, simplemente, poner atención a cada parte de nuestro cuerpo y ver qué está sucediendo:
¿Tenemos tensión o alguna molestia en algún lado?
¿Estamos sudando, sin motivo aparente?
¿Tenemos las manos más frías que siempre y no hace frío?
¿Estamos cansadas, sin ninguna razón que lo justifique?
Etc.
También podemos identificar nuestras emociones, observando nuestra conducta y los comentarios que nos hace la gente:
¿Nos da flojera hacer las cosas que tenemos que hacer?
¿Estamos sobrecargados de cosas y actividades y algunas o muchas, no son tan necesarias?
¿La gente nos pregunta que nos pasa, si estamos enojados o por qué estamos tristes?
Etc.
El siguiente ejercicio, te puede ayudar a tomar mayor consciencia de tu cuerpo.
La Psicóloga clínica Silvia Russek nos entrega el siguiente ejercicio, prueba hacerlo cuando estés tranquila y sepas que nadie te molestará, date unos minutos, no se necesita mucho tiempo, sin embargo, te puede ser de gran ayuda.
Cierra tus ojos y recorre con tu mente, lentamente, todo tu cuerpo.
A medida que vayas pasando por cada, parte describe que es lo que sientes o percibes. Por ejemplo: Mis pies están cruzados, los siento fríos, mi mano derecha está sobre la izquierda, al respirar siento… etc.
Hazlo sin calificar si está bien o mal, ni calificarte a ti, por lo que haces o cómo lo haces.
Ahora, Con los ojos cerrados imagínate o piensa que estás haciendo algo que no te gusta, que te molesta.
Piensa en todos los detalles y movimientos que necesitas hacer, para llevar a cabo esa actividad.
Concéntrate en ellos.
Después de unos minutos, vuelve a recorrer tu cuerpo, con tu mente y nota que sensaciones tienes en las diferentes partes del cuerpo.
¿Cómo te está diciendo el cuerpo, que no le gusta esa imagen?
Ahora piensa en algo muy, muy agradable.
En alguna actividad que disfrutes, unas vacaciones o cualquier otra cosa que haya sido muy placentero.
Concéntrate en recordar la mayor cantidad de detalles posibles y disfruta de ese recuerdo.
Luego revisa nuevamente todo tu cuerpo y ve que diferencias encuentras.
Si te cuesta trabajo hacer este ejercicio, pídele a alguien de confianza, que te vaya dando las instrucciones o grábalas, pero dándote el tiempo suficiente, tanto para pensar en cada situación, como para recorrer tu cuerpo y detectar los cambios.
Recuerda que no puedes cambiar un hábito o actitud de muchos años, en unas cuantas semanas.
Necesitas practicar, equivocarte, corregir y seguir practicando.
Pero vale la pena.
EN ESTE TIEMPO DE CUARENTENA, EL EQUIPO DE CONVIVENCIA ESCOLAR DE NUESTRO COLEGIO TE INVITA A RECONOCER TUS EMOCIONES, A PREOCUPARTE POR LO QUE SIENTE TU CORAZÓN… Y DE ESE MODO PODER ESTABLECER RELACIONES SALUDABLES CONTIGO MISMA Y CON LOS DEMÁS. ESPERAMOS QUE ESTE ARTÍCULO HAYA SIDO DE TU INTERÉS. Y NO TE PIERDAS NUESTRO PRÓXIMO ARTÍCULO, QUE TE ENSEÑARÁ A RECONOCER PENSAMIENTOS INTRUSIVOS Y PODER DESECHARLOS, OTRA PRÁCTICA NECESARIA EN ESTOS TIEMPOS ACTUALES. TE ENVIAMOS UN GRAN ABRAZO!!!
Bibliografía
http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/reconocer-sentimientos.html
https://lamenteesmaravillosa.com/conciencia-emocional-identificar-emociones/