Durante el mes de agosto se dieron a conocer los ganadores del Primer Concurso de Cuentos Ambientales organizado por el Equipo de Educación de la Provincia Bernarda Morin para toda la Red Educacional Providencia.
En dicha oportunidad se realizó el reconocimiento de nuestras estudiantes y docentes que participaron de la actividad, para posteriormente competir junto a los ganadores de los otros establecimientos de la Red Educacional Providencia, destacando y ganando el segundo lugar categoría adulto, nuestra Orientadora Paola Araya con su cuento “Un mundo para respirar”.
El objetivo de la actividad era poder plasmar sus dotes literarios a través de historias que motivaran el conocer y proteger la biodiversidad y los recursos ambientales, ayudando a las comunidades educativas a reflexionar creativamente sobre el medioambiente y los problemas y desafíos que se enfrentan en esta materia. Lo cual forma parte de los sellos que tenemos como institución.
Agradecemos el entusiasmo de estudiantes y funcionarios de participar e incentivar la toma de consciencia del cuidado y respeto del medio ambiente.
Revisa a los ganadores del concurso en el siguiente link:
A continuación compartimos con ustedes el cuento con el que nuestra Orientadora Paola Araya participó del concurso:
UN MUNDO PARA RESPIRAR
Érase un niño que crecía, lleno de sol y fantasía, rodeado del verde y fresco aire de la naturaleza, embargado de poesía, que embellecía el mundo en que vivía.
Érase un hombre que existía, lleno de ambición y preocupación, sin mirar el mundo que lo sostenía, comenzó a talar, a fabricar, a matar… intoxicando el aire, olvidando lo esencial… lo vital.
El niño comenzó a sentir el nefasto aire que invadía sus pulmones… el hombre sentía que nada era suficiente, amasaba fortuna transformando lo natural en artificial, sin mirar más allá, dirigiendo al corazón del planeta sus cañones.
El niño comenzó a tener una mirada triste, no veía árboles, no escuchaba el viento, sentía la presión del humo en un cielo que ya no era perfecto…
Enfermaban juntos, el niño y su mundo… cuando el pequeño cayó al hospital, el hombre tuvo que detenerse para mirar…
– Papá… ya no puedo respirar
Su corazón por un momento dejó de palpitar, reconoció en los ojos de su hijo un dolor que no era sólo físico, sino de desconsuelo; miró las fotos de antaño que la madre puso en su velador: las mejillas llenas de color en un paisaje que emitía no sólo calor, sino felicidad y amor. Al lado de la foto había una Biblia abierta, seguramente fue Providencia, porque sus ojos se posaron en la frase que lo puso en alerta:
– “no profanes la tierra que habitas”
Su corazón se abrió de par en par, dolió, pero necesitaba pensar… supo con la certeza de un profeta, que para poder salvar lo que más amaba debía sanar la tierra en la cual ambos habitaban, pues sólo la determinación del mismo hombre que dañó la tierra, es la que debe curar las llagas que han sido abiertas.
Érase un niño que volvía a respirar… Érase un hombre que trabajó para que el verde y fresco aire volviera a circular, buscando quien se sume a esta cruzada que es de amor, de vida y retribución al mundo que nos cobija gracias a la bondad de Nuestro Señor.
Paola Patricia Araya Araya

Entrega de Reconocimiento 2do lugar Red Educacional Providencia

Reconocimiento 2 lugar Colegio La Providencia Ovalle