Cada 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, cuyo principal objetivo es crear conciencia dentro de la sociedad acerca del valor que tienen estas personas, a pesar de su discapacidad intelectual.
Así mismo, se pretende reivindicar sus aportaciones a la sociedad, derechos e independencia para la toma de sus propias decisiones y crecimiento personal.
¿Qué es el Síndrome de Down?
El Síndrome de Down, no es una enfermedad, como la mayoría de las personas creen. Se trata de una condición o trastorno cromosómico que ocurre cuando aparece una alteración o material genético extra en el cromosoma 21, generando discapacidad intelectual.
En la celebración de esta efeméride, el Equipo de Inclusión durante la formación pidió elevar nuestras oraciones y pedir al Señor, especialmente por todos los niños/as con capacidades diferentes; y hoy que celebramos el DÍA MUNDIAL DEL SINDROME DE DOWN, pedimos especialmente el amor, protección y cuidados con ellos.
Durante la oración se señaló lo siguiente:
Oración:
- Señor: como tus designios son inescrutables, nos cuesta en muchas ocasiones comprender por qué escoges diseñarnos con tantas diferencias, pero sabemos que cada uno de nosotros somos obra unica de tus manos amorosas.
- Hoy la invitación es que nos amemos y valoremos porque somos hijas e hijos de Dios, cuya diferencia nos hace precisos frente a sus ojos.
Por todas las familias para que se transformen en focos de fe, esperanza y amor para el mundo. Y para que el señor, nos conceda a todos salud, paz, trabajo y alegría.
Roguemos al señor.
Por las personas con capacidades diferentes:
Por las personas con Sindrome de Down que hoy se celebra mundialmente su dia, ayudalos a sentir tu amor misericordioso.
Roguemos al señor.
Por los docentes y comunidad educativa
Señor danos la sabiduría para atender las necesidades educativas especiales que viven en cada sala de clases, llénanos de tu amor y paz. Haznos sensibles, generosos y agradecidos de acompañarlos en sus procesos
Te pedimos por las necesidades de las personas con síndrome de Down,
permanece siempre junto a cada una de las mujeres que llevan en su vientre a estos niños.
Que tengan una fe firme para superar pensamientos y miedos
que puedan distraerlas del reconocimiento del valioso don de la vida que crece en ellas.
Permanece siempre junto a los padres y la familia,
los amigos, los maestros, quienes los cuidan.
Que tengan la gracia de comprender
que la mano misericordiosa de Dios los está guiando
a través de las alegrías y los dolores de la vida.
Que siempre pongan su esperanza y su plena confianza en Jesús.